Por: Aracely Valderrama // Foto: http://viajeros4x4x4.wordpress.com
«El hombre controlador del Universo» -Diego Rivera
El escritor y político, José Vasconcelos, decidió emplear un instrumento artístico para despertar el gusto por el conocimiento a la población: el muralismo. Propuso educar a las masas por medio de ideas representadas con imágenes plasmadas en los muros de edificios públicos como el Colegio de Sal Ildefonso, la Alameda Central, la Universidad de Chapingo y el Palacio Nacional. En estos lugares se reflejarían hechos históricos para ser transmitidos a las personas como una nueva forma de comprender la historia de México.
Los murales que se encuentran en el Museo del Palacio de Bellas Artes, son una serie de obras que fueron pintados sobre sus muros como una especie de cuadro del arte mexicano. Las distintas obras se pintaron en medio de polémicas, disputas de proyectos artísticos y una recepción un tanto diversa del público.
El viernes 6 de este mes, visitamos el famoso museo de Bellas Artes, siendo uno de los lugares más importantes y bellos del Distrito Federal es necesario por lo menos conocerlo. Teniendo altas expectativas del lugar, que por supuesto fueron cumplidas y superadas, lo que más impacto tuvo en mi fue la escasez de gente en el museo. No más de 20 personas recorrían el lugar siendo más de 15 extranjeros.
Una enorme estructura con un toque francés adorna la fachada del lugar y unas impresionantes escaleras te incitan a entrar. Diferentes exposiciones se exhiben en salas con nombres de personajes importantes del arte, pero sin duda lo más impresionante son los enormes murales que colorean las paredes de Bellas Artes.
José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera entre otros reconocidos pintores, plasmaron en las paredes sus ideas, sueños, frustraciones y alegrías. Empezando con “Katharsis” de Orozco, que muestra una crítica a la sociedad de masas, la anarquía general y la degradación social, como lo explicaría el mismo Clemente, ya sientes como te recorre el cuerpo una extraña sensación de admiración y fascinación .
La composición un tanto caótica, el dramatismo de la escena y los colores brillantes, contrastan inmediatamente con las figuras que Rivera ya estaba pintando al mismo tiempo al otro lado del edificio con “El hombre controlador del Universo”.
Son diferentes las obras plasmadas por cada uno de los famosos artistas, los colores, olores y sensaciones que te provoca cada una de las obras hace que admires el trabajo y te enorgullezcas de que esos fascinantes murales se encuentren en México, tan cerca de ti.
Fueron tres horas las que estuve admirando las paredes del museo, saliendo de ahí con el mismo numero de personas que entraron con nosotros; una sonrisa iluminaba mi rostro y el de los otros espectadores. Sin duda fue una experiencia que si bien no has vivido, vale el gusto vivir.
Prensadigitalup 