Por: Brizia Herrerías / Foto: mexicocitymeetings.mx
Plaza de Toros México
Con motivo del 67º aniversario de la monumental Plaza México, hemos realizado un reportaje de la construcción de la misma y la primera corrida.
Hundida veinte metros bajo el nivel del suelo, en el año de 1946 como parte del proyecto de “la Ciudad de los Deportes, S.A. del Lic. Neguib Simón Jalife se construyó la Monumental Plaza de Toros México, proyecto a cargo del Ingeniero Civil, Modesto C. Rolland. La consistencia del terreno veinte metros bajo tierra fue aprovechada para soportar el peso de la masa. Una multitud de hombres trabajó durante 180 días a tres turnos por día para lograr que esta obra fuera concluida. 3500 carpinteros trabajaron durante 60 días en el armazón cimbrado de 6 millones de pies de madera que sirvieron para la construcción de la plaza.
Los años de 1945 y 1946 pasan a las efemérides para el país, pues es en este lapso que se construyó la plaza más grande del mundo; con cupo para 50 mil espectadores. Una estructura de concreto, que está formado por piedra molida, cemento, arena y agua, conforma la sola e inmensa roca labrada que da forma al coso. Los tendidos de la parte hendidos de la plaza son de concreto pero los asientos, se realizaron en moldes de taller especial. 22 mil asientos fueron acarreados hasta la plaza para ser colocados sobre talud de acuerdo con los procedimientos estudiados.
La parte ornamental de la obra se realizó al mismo tiempo que la construcción. Cientos de yeseros prepararon el material decorativo del coso. El escultor Alfredo Just realizó las esculturas de bronce de las principales figuras del toreo. Una vez terminado el periodo de secado se retiró el maderal que formó la enorme cimbra. Como corolario, 20 mil metros cuadrados de superficie, 6 mil hombres y 21 días fue lo que se necesitó para semejante obra. Los detalles de ésta la hacen una obra artística de notorio relieve.
Lista la plaza y todos aquellos que participaron en su construcción felices por el resultado, comenzaron a sonar voces llenas de recelo. Loa centros gobernativos que se sentían responsables de la seguridad de la obra, decidieron que se llevara a cabo una “prueba práctica definitiva “ de resistencia . mil hombres se encargaron de cubrir las graderías con sacos de arena de 50 kilogramos. En total eran 759 kilogramos sobre cada metro cuadrado de superficie por 10 días. Esta costosa prueba parecía innecesaria para técnicos independientes a la obra, que sabían de cómo había sido construida la plaza. Una vez que la prueba terminó, estaba lista.
El 5 de febrero del año 1946, fue el Arzobispo de México a bendecir la capilla y la plaza. Con un carácter siempre amable dijo: “Y que conste que yo le di la vuelta al ruedo antes que ”Manolete”, aludiendo a uno de los toreros que fueron parte de la primera corrida.
La primera corrida , con un público entusiasta y un lleno total, con Luis Castro “El soldado” Manuel Rodríguez “Manolete” y Luis Procuna en el cartel y la ganadería a cargo de San Mateo fue un éxito rotundo.
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